domingo, 16 de diciembre de 2007

Necesitamos un Mundo Empático

No soy un economista graduado de Yale, ni mucho menos hice bachiller en comercio. Pero no necesito serlo para saber que la mejor economía es la equitativa, no tiene porqué ser al 100% pero que lo que se haga sea por los que más lo necesitan.
La verdad no culpo a los ricos de compartir sus riquezas, aunque se supone que somos una sola especie y deberíamos de mantenernos unidos para sobrevivir, pero tampoco puedo ser así de inocente.
Me parece interesante que los pobres sueñen con algún día entrar al pequeño grupo de los que son millonarios, más fácil es que todos tomen esas riquezas y las repartan a que 1 de la muchedumbre logre entrar a tal grupo.
Si a los pobres les interesaran las penas del vecino (para ayudarlo) y tuviera en cuenta la única ley que pienso traería bonanza a la tierra: Ama al prójimo como a ti mismo, seguido de No hagas a otros lo que no quieres que te hagan. Entonces se unirían contra los que tienen el poder y abusan de él. Lo distribuirían y se unirían contra los males que asedian a la humanidad.
Lamentablemente a la gente no le interesa el prójimo y quiere que todo le llegue del cielo.
Todos los días lo vemos en los buses, el conductor quiere llevar a cuantos pueda, por él viajarían tan apiñados que solo tendrían aire para respirar; mientras que por otra parte están los pasajeros que no quieren ir hacia la parte posterior del bus como para que el conductor pueda llevar más gente y así más dinero para su familia. No digo que deban apiñarse para ser solidarios con el conductor, si no que deben ir hacia la parte posterior para hacer más espacio en el pasillo del bus y el conductor tampoco debe excederse con la cantidad de gente que recoge en las paradas. Si al conductor le importara el pasajero y viceversa entonces así serían las cosas.
El pueblo pide que el precio de los alimentos baje, pero a ninguno le importa que el productor tenga ganancias para así cuidar a sus familias, ni que el distribuidor pueda pagarle a sus trabajadores ni que logre las ganancias del año. Obviamente ni al productor ni al distribuidor le va a importar el pueblo, solo que sacar provecho de ellos.
Si solo fuéramos tan brutos y sin falta de raciocinio como los animales!. El mundo fuera mejor.
Lo ven, lo dije al principio, no tengo que saber de finanzas ni de comercio.
OD507

La Inocencia de un Pueblo

Siempre pensé que la humanidad tenía por naturaleza hacer daño, pero hoy día siento que no es así.
El hombre lo que si tiene por naturaleza es el sentimiento de supervivencia, que en mucho se parece al del egoísmo.
Hoy día en todo el mundo suceden cosas que a simple vista parecen inocentes pero no lo son.
En primer lugar nosotros mismos nos estamos encaminando hacia nuestra perdición, al estar sobrepoblando el planeta, lo mismo al abusar de los recursos de energía, y contaminar el planeta.
¿Qué nos lleva a esto? Es nuestro pensamiento de consumo, sin medir las consecuencias a nuestras acciones. Me sería fácil acusar a todos los que conozco que actúan de esta manera, pero los cimientos sobre los que apoyo mis escritos no me lo permiten. Y es que estos me indican que el hombre lo hace sin saber, en mayor parte porque hemos perdido las costumbres anteriores a las que hoy han sido impuestas. Hoy día el hombre sale a trabajar, pero no solo para traer sustento a sus hogares, sino para darse lujos. Lujos que el hombre no ve hacen daño a la Madre Naturaleza.
Lo descrito con anterioridad no es un pueblo inocente, sino uno malvado. Pero lo es porqué no he dicho que el pueblo esta siendo engañado, engañado por personas que hacen de la vida un juego de ajedrez y sacrifican a quién haya que sacrificar solo para darse lujos. Usted se preguntará, ¿quién haría algo así?, aquellas personas que inundan nuestros cerebros con pensamientos de consumo para que podamos comprar de ellos mismos.
Este consumo nos llevará a nuestra perdición.
Como siemre les hago un llamado, de que despierten y se den cuenta de que estamos siendo utilizados, rompan las ataduras y abran los ojos, somos más y ahí radica nuestra fuerza, pero separados se nota nuestra debilidad.
Hoy día estamos atacándonos unos a otros, lo cual esta mal, lo que debemos de hacer es dirigir ese odio y esa disconformidad y dirigirla a los gobernantes.
La respuesta a nuestros males dicen es la educación, y dirán, como pueden ser malos si nos dan escuelas para educarnos.
Pregúntense: ¿Qué nos enseñan?
a) Nos enseñan a tener una profesión, para que le sirvamos a ellos.
b) Nos enseñan que lo distinto esta mal y lo llaman socialismo, comunismo, radicalismo y demás.
Nuestro pueblo es inocente, porqué le han enseñado a odiarse unos a otros, porque confiamos en las personas que no debemos.
Lo que no quieren que sepamos es que aunque si bien la educación es lo mejor porqué alimenta nuestro ser, esta no es para servirle a un individuo, sino para servirle a una especie y a un planeta en general.
Mientras que el pueblo siga vendado, nuestro planeta seguirá teniendo el mismo destino triste.
Atentamente toñito.